lunes, 18 de septiembre de 2023

Vamos a caminar con Bernardo



Este 18 de septiembre es un día emblemático. El presidente Bernardo Arévalo nos ha convocado, como comunidad, como pueblos, como masa que ha estado palpitando para alcanzar transformaciones inéditas; para retomar una senda perdida hace 70 años cuando las oligarquías locales, en su afán por truncar un proceso democrático y proteger sus privilegios, derrocaron con apoyo gringo a la Revolución de Octubre y desde entonces caímos en una larga noche
amarga de balas, botas, masacres; esta guerra dejó partido el corazón de Guatemala; miles de hijos perdidos en fosas clandestinas, un gran resentimiento, un gran dolor. Para sanar esto tuvo que haber justicia, conocerse los detalles y emprender un proceso colectivo de recobrar la valentía; sabernos capaces de levantar la copa de la verdad y que fuera posible la reconciliación. Pero los guardianes mafiosos se reintegraron a esta etapa y ven en nuestra Guatemala una máquina de hacer dinero para un puñado de personas y cuando fueron descubiertos por las investigaciones penales se enojaron mucho y trataron de aniquilarnos, de refundirnos en la cárcel, de hundir sus dientes en nuestras mejillas y trataron de hacernos creer que la mentira era la verdad, pero, como el quetzal burla al cazador, como los Cerbataneros del Popol Wuj engañaban a los poderosos jugándoles la vuelta, como los pueblos mayas han sobrevivido a muchos genocidios, como los migrantes llevan en sus hombros, como un costal, la economía de la mayoría de familias: así, resurgiendo, votamos por Bernardo Arévalo, en el momento más complicado para el país, y así se sembró la Semilla, una nueva voz que cambiará el camino que han trazado los ladrones que nos han gobernado, y ahora Bernardo nos convocó porque los Señores de Xibalbá, los reyes de la noche, quieren bloquear la intención del pueblo, quieren secuestrar la democracia y apagar la primavera. El presidente necesita a su pueblo; debemos acudir a este llamado imperante con el destino y acompañarlo, por la caída del 54, por todos los asesinados y los desaparecidos, los niños con hambre que mueren cada día, los que tiran fuego en las esquinas pidiendo un centavo, por cada vez que nos han asaltado en un autobús, porque a pesar de toda esta triste historia estamos hoy, una vez más, renaciendo, creyendo, luchando, caminando el largo tiempo conscientes de que nos esperan meses y años de siembra para que la cosecha de una nueva Guatemala pueda germinar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Calores

A través de los 36 grados que marca el celular y que implica un horroroso estado bajo el sol, veo el agradecimiento hacia Guatemala, mi país...