lunes, 28 de agosto de 2023

Consuelo Porras busca cerrar filas




Álvaro Montenegro 

Las arbitrariedades del Ministerio Público por medio de las cuales ha buscado interferir en las elecciones han llamado la atención nacional e internacional. Pocas veces, una fiscal general ha sido tan cuestionada en organismos multinacionales, por Estados y sancionada por corrupción. En Guatemala, nunca se habían dado marchas multitudinarias para pedir que una Jefa del Ministerio Público renunciara. Esto le ha calado profundamente, así como los rechazos que ha sufrido por parte de congregaciones católicas, religión que Consuelo Porras profesa y de la cual se siente íntimamente ligada. 

Algunos sectores han dado muestras de ligeros pero significativos símbolos que implican un desmarque de Porras. La Corte de Constitucionalidad, en modo “gallo-gallina” permitió la segunda vuelta y no avaló la suspensión de Semilla, tampoco lo hizo la Corte Suprema de Justicia, órganos que habían sido sólidos del Pacto de Corruptos. Asimismo, el Cacif rechazó los intentos por cancelar a Semilla y se sintió aludido cuando el MP quiso actuar contra las Juntas Receptoras de Votos cuyos liderazgos están cercanos al círculo empresarial. El Tribunal Supremo Electoral (TSE), inicialmente fiel al mismo Pacto, dejó clara su distancia pues eran los señalados del supuesto fraude y se consolidaron al punto de que sostuvieron la presión para impedir que Giammattei y Porras se robaran la elección. 

Estas tensiones varían, se estiran y contraen dependiendo de cada jugada. Curruchiche anunció antejuicios contra Semilla y movió la ficha contra los magistrados del TSE y el Registrador. Para ello, se legitimó en denuncias antiguas de cercanos del Cacif que incluso retiraron las denuncias pues eran hechos antiguos que ya perdieron materia. Para hacer la próxima arremetida golpista, Porras junto a Fundaterror y los intereses criminales con apoyo de algunos empresarios necesitan reunificar al Pacto de Corruptos y dejar de lado las grietas que se han causado. De momento, si el MP presentara antejuicios contra Bernardo Arévalo, Samuel Pérez (o los que ya se presentaron contra el TSE) no tienen un fututo asegurado en las Cortes y podrían ser rechazados. Para tratar de cambiar el clima y favorecer la criminalización, el MP ejecutó dos acciones:

1) El amparo presentado el 25 de agosto donde de forma desparramada incorpora variadas pretensiones pero que en el fondo copia a los amparos preventivos que se han presentado desde 2015 para asegurar el derecho de manifestación. Sin embargo, este fue rechazado, lo que regresa a Porras a la esquina de la soledad. La fiscal general se presentó inusitadamente como agraviada por activistas y periodistas que la critican. Buscaba que la CC diera a entender que debía investigar “algo”, y con eso le bastaría para sacar algún caso (conexando a los tuiteros con Semilla o cualquier otro invento) diciendo que la máxima corte le había ordenado investigar. El amparo contra Giammattei buscaba subir la apuesta para que cualquier resolución trajera al presidente al ruedo para dar la pelea. Al negarlo, se ve que el Pacto está desgranado y los golpistas no tienen la fuerza para rebasar ciertas líneas.  

2) Caso contra Claudia González: es la abogada más importante de los fiscales criminalizados (de Juan Francisco Sandoval y Virgina Laparra) y utiliza una denuncia de Blanca Stalling (con quien Porras comparte status de sancionada por EEUU) para hacerle un guiño a ella y a la CSJ y decirle que “deben estar juntas en este barco”. También le recuerda al Cacif y a quienes se han desmarcado de la ofensiva golpista que existió una Cicig y que hay una guerra que debe ser terminada, y cuyo objetivo sería bloquear a Arévalo. 

El MP no las tiene todas consigo pero sí a jueces aliados dispuestos a todo (como Jimi Bremer o Freddy Orellana) para continuar con la intentona golpista. El Cacif y comunidad internacional han tratado de asegurar la elección sin que necesariamente se dé la salida de Porras de la fiscalía. Es evidente que ella “se morirá con las botas puestas” y tratará de criminalizar a fiscales, periodistas y activistas en una estrategia donde su objetivo de impunidad es impedir que Bernardo Arévalo asuma la presidencia. Consuelo Porras (con sus cada vez menos alianzas empresariales, Fundaterror y algunos funcionarios y organizaciones) es insostenible y la ciudadanía, comunidad internacional, empresarios decentes y funcionarios que no quieren vivir en una dictadura deben demandar su renuncia inmediata. Ella es la causa real de la ingobernabilidad y la crisis.

domingo, 27 de agosto de 2023

Aeropuerto


 

Otra triste espera en otro aeropuerto. Los aeropuertos son iguales pero hay cosas que varían. Una vez paré en Frankfurt de pura chiripa porque perdí un vuelo en Nueva York hacia Sudáfrica y tuve que dar una vueltona. La escala era inmensa y me dispuse a salir a conocer la casa de Goethe. Al regresar amodorrado al aeropuerto por el jet lag y la caminata bajo la lluvia, caí muerto en unas sillas como de playa. Me dormí varias horas. Pienso que en todos los aeropuertos deberían tener ese tipo de sillones, no creo que sean tan caros y ayudarían enormemente frente a estas sillas incómodas en las cuales no se pueden recostar los pies por lo que la dormida se dificulta. 

 

Me queda una hora de espera para tomar el avión de regreso a ¿casa? No sé si es a casa a donde voy, no sé ahora el significado de casa, que uno suele ligar a las personas que se constituyen en un espacio delimitado. Ahora que volví a mi país luego de un tiempo me sentí bien, reconozco los secretos de la ciudad, pero me consideré también lejano y estaba muy consciente de que pronto me iría, lo que me daba cierta impunidad; un aire de extranjero caía en mí, a un nivel espiritual, y ahora que lo pienso quizá evoco el arquetípico extranjerismo de Camus. 

 

El término hogar fue puesto en duda, sin duda. Soy bueno para aprender las tablas, las normas y los mandatos espirituales pero se me hace complicado bajar estas ideas al corazón, rompiendo la racionalidad. Hay un sentido de superioridad en querer entenderlo “todo” por medio de la teoría del conocimiento validada por mí: me refiero en mayor medida a los desazones y lo que no me gusta: ¿por qué el mundo debe adecuarse a mi capricho?

 

Sigo en el aeropuerto, se escuchan murmullos de partidos de futbol, cubiertos chocar, una voz robótica anunciando un retraso. La gente pasa y pasa, no dejan de pasar y perderse. Somos una red energética que se dispara amarrando el planeta: está claro por qué el covid se esparció tan rápido. 

 

 

 

 

 

 

sábado, 19 de agosto de 2023

Guatemala observa el amanecer de la democracia

No nos damos chance, a veces, de sentir esperanza. Estamos acostumbrados a denunciar los abusos, la criminalización, las mentiras. Pero hay una verdad incontestable: Guatemala está a punto de convertirse en la luz democrática de Centroamérica. Parece imposible que algo así se dé justo después de cinco años de persecución espuria contra los que combatieron la corrupción. Conocer de cerca las historias de los exilios -haberlas vivido-, ver a los amigos irse a la cárcel, ser difamados, y por el otro lado observar erguirse a los corruptos en las instituciones de justicia no solo ha provocado una náusea permanente sino que nos ha dejado con cierto sentido de desesperanza. 

 

Pero como dice Borges que los lugares comunes conviene repetirlos por ser certezas reales, recuerdo la frase de que cuando estaba la noche en su punto más oscuro, empezó a amanecer. Y lo que Guatemala vive en estos momentos no podría compararse ni con las prospecciones más optimistas. Bernardo Arévalo, el hijo del mejor presidente de la historia de Guatemala, está a punto de ser, a su vez, electo presidente. Cualquier otra situación sería una anomalía que provocaría, sin duda, que las calles se derramaran de gente; tal como ha sucedido en los últimos años cuando ha habido crisis y luchas férreas. 

 

Debemos felicitarnos como guatemaltecos y guatemaltecas porque no hemos dejado en colocar el dedo en la llaga y la plaza pública -que nosotros le decimos el parque central- se convirtió en un lugar de disputa de hegemonía; nos apropiamos de ella. El lejano 25 de abril de 2015, cuando salimos por primera vez en estas modalidades de protestas anticorrupcíon fue recordado con vehemencia por Bernardo Arévalo en su discurso en esa misma plaza abarrotada el 16 de agosto cuando fue el cierre de campaña del partido Movimiento Semilla. 

 

Siempre pensé que la crisis de 2015 con sus subidas y bajadas nunca se había terminado de resolver porque no se había dado una reforma sustantiva del Estado, y porque los dos gobiernos que sucedieron fueron una refuncionalización de la misma red criminal y solamente le colocaron en estos ocho años más leños a la hoguera de la indignación. El trabajo -silencioso a veces y vocal otras- de Semilla fue sembrando un camino que no se vio venir, pero que no carece de sentido. Realmente se fueron colocando semillas que ahora están germinando, robustas, que serán árboles centenarios, primaverales. Una verdadera resolución a esta crisis revelada supone un gobierno íntegro conformado por personas auténticas, sin nexos criminales, con capacidad y objetivos concretos. 

 

No terminamos de salir de la sorpresa y por momentos nos pellizcamos para saber si es verdad. Resulta que sí, que Arévalo podría liderar al país para comenzar a salir del agujero fétido al cual nos han refundido. Es alegre ver a tantos amigos y amigas acompañando este proyecto: porque aglutina a académicos que se cansaron solamente de analizar, a líderes estudiantiles del 2015, a empresarios medianos, profesionales, trabajadores, gente normal. Han aprendido las normas electorales y han trabajado arduamente para sacar adelante un proyecto de nación. Han quedado heridas y vendrán otra más: también hay exiliados ya a quienes les han inventado procesos penales. El Ministerio Público sigue su labor de bulldozer queriendo arrancar cualquier mata que no sea afín al statu quo delincuencial. 

 

Pero el relato cambió: la gente está vibrando, está creyendo, no se traga las mentiras del presidente ni de ningún otro político tradicional. Arévalo encarna el disidente y outsider pero la particularidad es que él tiene un músculo interno, histórico y que lo acompaña para emprender esta notable cruzada. Solamente de la mano del pueblo, como lo hizo su padre, podrá caminar entre el fango sin mancharse. 

 

Los riesgos están y seguirán. El trecho de agosto a enero, cuando toca el cambio de mando, es largo. Los ojos internacionales serán clave para contener las arremetidas del Ministerio Público, aupado por el presidente Giammattei, y la ciudadanía deberá salir a las calles las veces que se necesiten para defender este halo de esperanza que se ha abierto y que es fruto de miles de acciones: fiscales de mesa, pequeños donantes, decenas de voluntarios, quienes planifican, los diputados que demostraron su consistencia en el congreso, toda la gente que ha ido a las marchas, quienes redactaron mantas con sus manos, quienes publicaron sus actas de votos el día que el gobierno trató de alegar fraude, los abogados que han planteado amparos, los periodistas que no se callan; es una cuestión enorme compuesta por una colectividad dinámica que como una ola del océano busca, el 20 de agosto, el día de la segunda vuelta, derribar los diques de impunidad. 

 

 

Calores

A través de los 36 grados que marca el celular y que implica un horroroso estado bajo el sol, veo el agradecimiento hacia Guatemala, mi país...